viernes, junio 27, 2008

Chamario...un regalo de Montejo

El día jueves 5 de junio del presente año, Eugenio Montejo nos dijo “hasta luego”, sin embargo, dejó con nosotros a Eduardo Polo, otro colígrafo, otro de los discípulos del ya famoso Blas Coll, otro de sus heterónimos.

Eduardo Polo –tal como lo relata el prólogo de Chamario- habitó un pueblo de pescadores llamado “Puerto Malo”, y fue colígrafo hasta que un día decidió abandonar el puerto y arrojar todos sus escritos al mar, pero gracias a la tipografía del viejo Blas Coll quien fue el primero en editar Chamario, hoy podemos tener una nueva edición del libro. Un libro –como su título lo indica- dedicado a los chamos.

En La Gaceta de Puerto Malo Eduardo Polo afirmó que: “Todavía no comprendemos que escribir para los niños es algo perfectamente serio” , y es por ello que realizó estas páginas maravillosas, donde las palabras son trastocadas para jugar, son combinadas para rimar, y por supuesto, han sido escritas para brillar y resonar en los ojos y oídos de niños, de adultos de cualquier edad, porque Chamario fue realizado: “con el deseo de que algunas de sus páginas consiga hacerles más felices las horas en estos días en que despunta un nuevo milenio”.

Elidir acentos, trastocando así las sílabas tónicas es uno de los juegos y licencias utilizadas por Polo para lograr rimar sus versos, logra estos vicios con tal magistralidad que refutárselo nadie querrá jamás... esto es sólo una Tontería:

Un niño tonto y retonto

sobre un gran árbol se monto.

Con su pelo largo y rubio

hasta la copa se subio.

Se creyó un pájaro solo

que iba a volar y no volo.

De la altura, en un desmayo

el pobre niño se cayo.

(...)

Encontrar loros, trenes, bicicletas. hipopótamos y alacranes tan extraños en este Chamario, será algo común y a su vez, el regalo más maravilloso que nos pudo haber dado Eugenio Montejo, perdón, quiero decir Eduardo Polo... es que de tanto andar con El Jinete Gago, ya me he contagiado de sus males:

De los montes viene

el jinete gago,

que funde y confunde

todos los vocablos.

Al cinto de la esdapa,

sobre su callabo,

pasa por el pueblo

siempre soliratio.

(...)

Si conoces la obra de Montejo, o quieres conocerla, puedes buscar Chamario porque aquí reconocerás el niño interno del autor y así podrás acompañarlo en sus juegos de palabras. Eugenio Montejo no se ha ido, sólo cambió de nombre, una vez más...

Jacqueline Ropain

ropain17@gmail.com

El corazón de Voltaire de Luis López Nieves


Tengo en mis manos un ejemplar de El corazón de Voltaire, y debo confesarlo, este ejemplar pertenece a un amigo muy cercano quien ha esperado más de un año que yo le devuelva el tesoro...Hoy confesaré algunas de las razones que me impiden devolverlo:

Es una novela extraordinaria, escrita en formato de correo electrónico y desde su primera página (o su primer correo) obliga al lector a ubicar un sitio cómodo para no levantarse de allí hasta descubrir el desenlace del enigma: ¿dónde se encuentra el verdadero corazón de Voltaire? pues sí, los restos de Voltaire fueron profanados y sólo se conserva (aparentemente) su corazón en la Biblioteca Nacional de París, pero... ¿será ese el verdadero corazón del filósofo?

La historia nos permite viajar a distintos lugares, acompañados por unos personajes magistrales quienes tendrán la tarea de ayudarnos a desenterrar y a revelar los últimos años del padre de la Revolución Francesa.

Sin duda alguna, este libro nos ofrece una forma distinta de leer y para mí es una de las obras más apasionantes que he podido devorar, una novela deliciosa, por ello les regalo algunas líneas, no sin antes prometerle a mi amigo la pronta devolución de su tan esperado “corazón”...

“¡Bebo champaña en tu nombre! ¡Qué gran descubrimiento! Mis colegas se volverán locos cuando publiques estas cartas. Habrá que reescribir la historia del siglo XVIII. No tienes ni idea de lo mucho que he disfrutado al leerlas. Muchas gracias por el privilegio.”

Jacqueline Ropain

ropain17@gmail.com